martes, 29 de julio de 2014

Ciudadanía: Pague 1 Deber y lleve 2 Derechos gratis!

En Colombia no hay un cumpleaños que uno celebre con más ganas, aún por encima de los Quinces, que los 18. Esto por una razón muy simple: los 18 marcan la diferencia entre el culicagado y el ciudadano.

Y a esa edad, generalmente ser ciudadano significa reclamar dos derechos fundamentales: Entrar a los bares y votar. Curiosamente uno se acuerda del segundo cuando la Ley Seca le prohíbe el primero, al menos en teoría.

De los 18 en adelante la situación no es que cambie sustancialmente para muchos de nosotros. La mayoría no tenemos ni idea qué significa o qué implica ser un Ciudadano, excepto para quejarnos del tráfico, la guerrilla, los ladrones y los políticos... cosa que no está mal y a la que tenemos toooodo el derecho del mundo,  ni más faltaba! pero no es lo único.

Lo que muchos no entendemos es que ser ciudadano es un ejercicio de dar y recibir. Obvio, no niego que muchos quieren recibir más de lo que dan y van más allá! quitan más de lo que corresponde y por eso es que el mundo y particularmente nuestro país está como está. Pero querámoslo o no, tanto el derecho como la responsabilidad de ser ciudadano nos llega después de nuestras 18 primaveras y hay que asumirla, no hay escapatoria a menos que nos guste realmente que nuestra sociedad sea el desastre que es hoy en día.

Yo lo estoy asumiendo, un poco a los trancazos pero con la esperanza de que haciendo bien mi tarea desde el pedacito de espacio que ocupo en este mundo, estoy contribuyendo en algo con la limpieza de la casa.

Nunca me ha importado hacer la tarea y que los demás se copien, el conocimiento está para ser repartido, especialmente si se trata de arreglar este desorden que llamamos sociedad y que el día de mañana mi hijo no venga al ancianato a reclamarme que fue mi generación la que hizo todo mal. A continuación les comparto las 7 razones que a mi juicio demuestran que ser un ciudadano no es tan harto como parece y, por el contrario puede traer un buen retorno a la inversión en el largo plazo.

#1. Podemos fantochear por ser colombianos y haber nacido en la tierra de James, Mariana Pajón, El Pibe, Shakira, la Toti y Don Chinche.... imagínense la envidia.

Además tenemos derecho a un nombre. No hay expresión de creatividad más bonita que la de los papás colombianos para bautizar a los hijos. No doy ejemplos porque no quiero que nadie se me ofenda. Pero por si quieren leer, aquí encontré un documento de la Registraduría con curiosidades varias sobre los nombres colombianos.

#2. Uno es libre de hacer lo que quiera, nuestra libertad es tan amplia como verbos tiene el diccionario.
En serio!!! y de hecho es el primer gangazo que le dan a uno con la cédula. En la Constitución del 91 está estipulado que los ciudadanos colombianos nacemos con amplias libertades individuales y colectivas. Somos tan libres que uno puede escoger cualquier verbo en el diccionario y agregarle al final la famosa y provocativa expresión "...lo que se nos dé la gana", la fórmula quedaría así:

Somos libres de...
{Inserta verbo aquí} se nos dé la gana

Algunos ejemplos que se me ocurrieron son: 

Trabajar en lo que se nos dé la gana.
Estudiar lo que se nos dé la gana.
Practicar la religión que se nos dé la gana.
Vestirnos, Decir, Amar o Ser como se nos dé la gana...


Y así sucesivamente. Hay que hacer la salvedad por supuesto de que, la libertad es amplia pero no ilimitada, ya que existe un límite razonable: la libertad del otro, por aquello de que además de libres, nacemos iguales ante la ley.

Yo sé que esto en lenguaje leguleyo es abstracto y complicado. Por eso los abogados ganan tanta plata. Pero no se preocupen, hay un método infalible que les ayudará a darse cuenta si en el ejercicio de nuestros derechos y libertades, estamos pisándole el juanete a otra persona. Se trata de la famosa frase de la abuela: "No hagas a otro lo que no quieras que te hagan a ti"

Entonces la cuestión sonaría más o menos así:

Si no me gusta que me Roben, pues no robo
Si no me gusta que me Calumnien, pues no calumnio
Si no me gusta que me Jodan, pues no le jodo la vida a nadie

Fácil! sí o no?

#3. Para meternos al bote (mejor conocido como cárcel), más les vale a las autoridades tener una buena razón. Si nos van a meter en la cana al menos un juez tiene que decírnoslo en la cara y aparte de todo explicar el por qué. Este principio es lo que se conoce como Habeas Corpus y garantiza que las cárceles de miles de personas inocentes... repito, al menos en teoría. De la misma forma, tenemos derecho al acceso a la Justicia en el momento en que alguien vulnere nuestros derechos.

Por eso es que me choca la actitud de Andrés Felipe Arias de volársele a la justicia. Y peor, la actitud de los uribistas, especialmente las del Centro Democrático. Me choca porque cuando uno está involucrado en un problema tan grueso como ese, lo mínimo que uno espera de un ciudadano que se precia de ser "buen muchacho" es que al menos ponga la cara y enfrente la situación, por muy jodida que sea. Más aún, si uno es inocente -que en este caso las pruebas no es que den muchas luces de inocencia- uno tiene todo el derecho a apelar a todas las instancias posibles e interponer todos los recursos que sean necesarios para demostrarlo. Pero un buen ciudadano simplemente NO se vuela.  O si no pregúntenle a Andrés Camargo o al Conde de Montecristo. 

#4. Uno tiene derecho a trabajar y hacer plata siempre y cuando sea honestamente. Como estamos en un país Capitalista -cosa que tiene sus arandelas y de las cuales hablaremos luego- uno tiene derecho a tener sus cositas, su televisorcito o sus muebles. Uno tiene derecho a hacer sus inversiones y perseguir sus sueños de progreso cualquiera que sean dentro de lo legal. Este derecho tan chévere y en el que invertimos casi toda nuestra vida adulta, viene con una pequeña colita que si bien a ninguno nos gusta, es necesaria para el funcionamiento del Estado y es el de pagar impuestos sobre lo que uno gana.

Sí ya sé lo que me van a decir: Para qué pagar impuestos si viene otro y se los roba? Eso es tema de discusión en otro post pero por ahora lo único cierto es: Hay que pagar impuestos para tener, entre otras cosas:

#5. Protección y Seguridad. Hoy en día es una de las cosas que más nos hace falta a los colombianos y es el tema más complejo al que nos enfrentamos. Lo único que tengo que decir al respecto es que toda la espiral comienzó precísamente por quienes nunca entendieron lo que significa ser ciudadanos y mucho menos lo pusieron en práctica.

Todos los ciudadanos tenemos derecho a la protección de nuestra vida y a la seguridad en nuestro entorno. Es deber del Estado garantizarla pero también es nuestro deber como ciudadano colaborar desinteresadamente con las autoridades para que puedan hacer su trabajo y brindarnos esa seguridad.

Colaborar desinteresadamente significa que si uno sabe de algún hecho que pone en peligro su vida o la vida e integridad de los demás uno tiene el deber de ponerlo en conocimiento de las autoridades por pura convicción, sin esperar que le paguen por eso. Obviamente no se le pide a la gente que se convierta en mártir por evitar un robo. Si uno lo puede hacer sin que eso le cueste un chuzón o Dios no lo quiera, la vida, eso sería altamente apreciado.

Pero lo que sí no es aceptable bajo ningún punto de vista es que el Estado haga negocio con la seguridad de sus ciudadanos ofreciéndole estímulos de ningún tipo a nadie para que llame y sapee cualquier cosa. Eso lo hacía Pablo Escobar por poner un ejemplo y miren cuánta gente no sufrió, cuántos policías y personas dignas no murieron. La seguridad ciudadana no es una feria ni una subasta, es algo muy serio. Conductas como estas fueron las que desataron las monstruosidades de los falsos positivos y las ejecuciones injustas por parte de funcionarios del Ejército y el Estado. Bajo ninguna circunstancia, el Estado puede usar las mismas tácticas de los delincuentes a los que persigue.

#6. Bañarse en un río cristalino y hacer sancocho en la orilla. Qué delicia!! aunque no les ha pasado que cuando están en el chapuzón más bueno ven pasar uno que otro objeto asqueroso, aborrecible e innombrable por el lado?

Yeap, para evitar esto, leer nuevamente el punto #1 inciso b.

Fuera de chiste, hablando en serio, tenemos derecho a gozar de un ambiente limpio, al agua, a las maravillas y las bendiciones que la naturaleza nos puede ofrecer. Pero hoy más que nunca hay que tomar conciencia de cómo utilizamos nuestros recursos porque no son infinitos. Aunque suene a pura ambientalista cursi no dejaré de decirlo: si queremos bañarnos mañana con agua limpia, más vale no dejar la llave abierta hoy.

#7. Somos los jefes de nuestros gobernantes. No sé por qué pero esto sí que nos ha costado trabajo entender. Que no se nos olvide que todos los funcionarios públicos edel presidente para abajo y para los lados, son pagados por nosotros, con nuestros impuestos. Por lo tanto, tenemos derecho a exigir, a ser escuchados y servidos por ellos. Que no nos dé pena llamarlos a rendir cuentas, con respeto, por supuesto, pero también con firmeza.

Es hora de que hagamos la tarea bien, porque si de verdad estamos tan hartos de que nos desgobiernen, de que sean injustos, de que nos roben, de que nos ultrajen y de que otros se nos acaben lo poco que tenemos, asumamos nuestros deberes, si hacen cuentas en el presente y futuro, los derechos vendrán multiplicados!

viernes, 25 de julio de 2014

La vida después de James

El profesor que más odié en la universidad me decía: “Si después de ver una película, la que sea, sales de cine siendo la misma persona, el problema definitivamente no está en la pantalla sino al frente.”


Hoy yo creo que amanecí con ganas de ser una persona diferente viendo la película del mundo actual, especialmente la película de la fiebre Jamesina que nos ha contagiado a todos desde el Mundial 2014. Según Google Trends, y como lo pueden ver más abajo, nuestro futbolista y el Real Madrid han liderado las tendencias de búsqueda en el mes de Julio:

Hoy yo creo que amanecí con ganas de ser una persona diferente viendo la película del mundo actual, especialmente la película de la fiebre Jamesina que nos ha contagiado a todos desde el Mundial 2014. Según Google Trends, y como lo pueden ver más abajo, nuestro futbolista y el Real Madrid han liderado las tendencias de búsqueda en el mes de Julio:




Curiosamente su esposa Daniela Ospina ha tenido incluso más búsquedas que el propio James estos últimos días:



Ok volviendo al tema, después de esta avalancha de buenas noticias, de la alegría de una Selección Colombia renovada y demás importantes triunfos deportivos, yo me pregunto: Cómo es posible que después de ver a James ponerse la camiseta del Real Madrid, a Catherine Ibargüen ganar tantas medallas, a Nairo y Rigo pedalear juiciosos hasta el podio de Il Giro d’Italia, el resto de colombianos sigamos siendo las mismas personas? 

No me cabe en la cabeza que la guerrilla siga echando bala, los ladrones sigan robando, los políticos sigan mintiendo (y robando) , la gente se siga matando... en definitiva, que todos nosotros sigamos siendo lo que somos: monótonos, predecibles, indiferentes. Cuándo vamos a hacer ese gran alto en el camino para pedalear por nuestros proyectos de un mejor país?


A veces parece que el patriotismo de ver a nuestra gente triunfar solo nos alcanza para comprar una camiseta, un afiche o una ruana rosada. Y bueno, no estoy en contra del merchandising, de hecho la publicidad es la que me da de comer. Mucho menos estoy en contra de que las personas humildes aprovechen la fiebre para hacer una platica extra. Es más, ojalá hayan más triunfos como estos para que, los que puedan, tengan opciones de trabajo, así sea informal.


Mi punto es, qué hacemos con nuestras vidas después de James, además de comprar la camiseta y volvernos hinchas del Real? Estamos aprendiendo algo de él y los demás colombianos que han tenido la valentía de tener un sueño y hacerlo realidad? Si estos muchachos no son inspiración suficiente para cambiar nuestra realidad y darle vida a nuestros proyectos, estamos jodidos.


Es curioso porque en los medios, en Twitter, en Facebook, mejor dicho en todas partes decimos que nuestros deportistas son un ejemplo para Colombia, como si Colombia fuera una señora por allá que vive perdida quién sabe en donde y no nosotros mismos, los colombianos de carne y hueso que tenemos que hacer nuestra tarea, tomar decisiones, y seguir el dichoso ejemplo bueno.


Si tan orgullosos nos sentimos de James, por qué seguimos sentados en un sillón viéndolo en televisión en vez de levantarnos a mover el mondongo y salir a montar bicicleta o jugar futbol, o simplemente desempolvando esos viejos proyectos de vida que dejamos en el olvido del conformismo. Entre otras cosas, hacer ejercicio al menos sería mejor negocio por aquello de que como tenemos un pésimo sistema de salud y unas EPS tan ladronas, pues nada mejor que adoptar un estilo de vida saludable a ver si así no nos enfermamos tanto y de paso nos evitamos el calvario de visitar un médico y pelear por una lovastatina.


Por otro lado, y en mi muy simplón modo de ver la vida, a mí no me cabe en la cabeza que paguemos un platal por la camiseta del Real con el nombre de James para que nos sirva de pijama. Por lo menos chicaniemosla en el gimnasio o trotando en un parque!


También es recurrente el dicho: “nuestros deportistas son un ejemplo para las futuras generaciones”, como quien dice escurrámosle el bulto a nuestros niños, que sea de ellos la responsabilidad de salir a la vida a perseguir sus sueños porque nosotros los adultos somos demasiado viejos, ocupados y artríticos para hacer cualquier esfuerzo. Pues si esa es la idea, apague y vámonos porque, si bien James puede ser una figura de inspiración, el verdadero ejemplo que reciben los niños viene de nosotros sus padres o tutores. Nosotros somos sus primeros entrenadores y eso va más allá de comprarle el afiche del Real Madrid.


Ya sé lo que están pensando: Y esta vieja con qué autoridad moral viene a criticar?. Y hasta tendrán razón, no soy perfecta ni tengo ninguna autoridad moral para criticar a nadie. Lo más seguro que pase con este post es que sea una más de las reflexiones que pasa desapercibida, que se hunde en el mar de carreta que uno encuentra en internet… Imagínense, si la fiebre del triunfo se le pasa a uno rapidito y así como en una semana pasó la fiebre de la Ruana Rosada de Nairo o de leer Cien años de soledad con la muerte de Gabo... qué puede pretender una pobre escritora-wannabe, arruiná como yo.


En fin, este post no puede significar nada para nadie más pero para mí significa mucho. Significa que a mis 32 años estoy siguiendo el ejemplo de un culicagado de 23 que con mucho sacrificio se entregó a su sueño de jugar fútbol y llegó al Real Madrid costando 80 millones de Euros no por su linda cara sino por su talento -bueeeehhhh digamos que la linda cara le sumó puntos, pero nadie pone en duda de que su talento lo hizo todo-.


Este post es la primera piedrita de mi proyecto: hacer de mí misma el cambio que quiero ver en el mundo y aunque no llegue a tener nunca la audiencia de un partido de James, con que una sóla persona me pare bolas y comparta conmigo su visión de un mundo mejor, me daré por campeona… (mami!!!! tú vas a leer mi blog cierto?? mamá??? ma?)


Ahora sí me despido, deseándoles a todo un hermoso día y por encima de todas las cosas un buen comienzo para el próximo reto que van a asumir… porque confío que después de ver a James o a otro colombiano triunfar en lo suyo, no querremos que nuestra vida siga siendo la misma, sino mejor.